E, ovo sam ja napisala. Na španskom je jer mi iz nekog meni nepoznatog razloga bi glupo da pišem na srpskom
. Malko je glupo, ali samo se nemojte smijati i biæe dobro
. Ako nekome treba prevod, neka traži.
Recuerdos de un amorDiez años… ¿Dónde se pierde el tiempo? ¿Cómo puede ser que ya pasaron diez años de aquel invierno cuando éramos tan felices, pero también el invierno de nuestra tragedia?
Nunca voy a olvidar el día cuando nos conocimos… Nos tropezamos en el lobby de un hotel y los dos soltamos todo lo que teníamos en nuestras manos. Empecé a bajarme para recogerlo, pero me adelantaste, y fue cuando te levantaste que realmente te vi por primera vez… nunca antes vi un hombre tan lindo… Entonces no me di cuenta, pero vos me estabas mirando de la misma manera… Me entregaste mis cosas que solté, y dijiste que te llamabas Manuel. Yo todavía estaba tan confundida que solo pude susurrar que yo soy Mía y me fui. Si entonces alguien me dijo que ese momento iba a marcar toda mi vida, no le hubiera creído.
Unas horas después me di cuenta que me faltaban algunos de los papeles que traía, pero que también estaban algunos que no eran míos. Me acordé como los solté y estaba por bajar a la recepción a ver si te encuentra, no tanto porque quería devolverte tus papeles, como porque necesitaba los míos, y entonces sonó mi teléfono. Conteste y fuiste vos, adelantándome una vez más. Me dijiste que sin querer cambiaste nuestros papeles y preguntaste si nos podemos ver en un boliche cerca del hotel para devolvérnoslas. Acepté y una hora después estábamos allá. Vos viniste primero y me pediste un café. Esa noche descubrí que además de lindo, estabas muy educado y encantador. Lo que fue una cita nada más para devolver los papeles se convirtió en una cena bastante larga e interesante. Me enteré que eras un productor y que vivías en Buenos Aires y estabas allá de vacaciones, y te dije que yo era una abogada, y que vivía en La Plata y también estaba de vacaciones, y quedamos en vernos mañana.
Y así fue, primero nos fuimos a dar un paseo al lado del río, y fue allá donde nos besamos por primera vez, después cenamos, y terminamos en tu cuarto, haciendo el amor de una manera salvaje, más apasionados que nunca. Si es que antes tenía mis dudas, esta noche estaba segura que eras el hombre con el que iba a pasar toda mi vida. Nadie diría que un secreto viejo e asqueroso iba a hundir nuestro amor…
Y así nos quedamos todas las vacaciones. Enamorados, apasionados… Volvimos juntos, aunque vos te pudiste quedar toda una semana más, no querías dejarme sola.
Dos días después del regreso me invitaste a cenar. Todo era tan romántico, con las velas, el champaña, la música y todo… y entonces vi un anillo en mi copa. Vos lo sacaste y me preguntaste si quería ser tu esposa. Creo que en ese momento no existía en la Tierra un ser más feliz que yo. Quería gritar de emoción, pero me contuve y te dije que si, que quería ser tu esposa. Los dos estuvimos mirando el anillo por un rato antes de coincidir que me quedaba perfecto. Pero entonces nos dimos cuenta que nos íbamos a casar y nuestros padres ni siquiera se conocían… o eso era lo que nosotros pensamos. Decidimos presentarlos mañana mismo, y nos fuimos en tu departamento para celebrar nuestro compromiso…
Mañana a las cuatro de la tarde, vine junto a mis padres en el restauran donde habíamos quedado. Esta vez no me adelantaste, yo vine primera, y decidimos no pedir nada antes de que lleguen ustedes. Estuvimos esperándolos por unos diez minutos cuando llegaron. Al verse, nuestros padres quedaron muy sorprendidos e hicieron que no se conocían. Pero durante todo el tiempo allá, se pudo notar cierta tensión entre ellos, y los cuatro se fueron lo más pronto que podían, inventando problemas en trabajo. Nosotros nos quedamos un tiempo más, extrañándose al su actitud, y entonces los dos teníamos que irnos.
Unas horas después, hablando con nuestros padres cada uno por su cuenta, nos enteramos porque hubo tanta tensión entre nuestros padres. Hace más que 25 años, tu padre y el mío eran amigos, y también socios de trabajo cuando tu padre se enamoró de mi madre. Mi padre lo descubrió e iba a matar a tu padre, pero el que disparó no fue tu padre sino su hermano, tu tío. Tu padre quería vengarse del mío y esta noche empezó una guerra nunca terminada entre nuestras familias, con varios intentos de asesinato o cualquiera otra forma de causar dolor entre ambas familias.
La verdad nos dejó alterados los dos, salimos corriendo de casas se nuestras madres y sin saberlo fuimos al mismo lugar. A la playa. Cuando te vi, empecé a correr llorando en tu dirección y cuando ya estaba cerca, me di cuenta que vos también estabas llorando. Nos fundimos en un abrazo muy fuerte, los dos todavía llorando. Cuando por fin nos separamos empezaste a contarme lo que te dijeron tus padres, llorando más fuerte con cada palabra y te puse un dedo en la boca para que te callás, diciéndote que ya lo se, que a mi también me contaron todo. Otra vez nos abrazamos y rompimos a llorar. Cuando por fin logramos calmarnos, decidimos no dejar que eso nos afecte, y que vamos a tener una fiesta de compromiso en una semana (los dos éramos conocidos por nuestros trabajos), como planeado, y nos fuimos a mi departamento a descansar. Todavía no tuve idea que eso iba a ser peor decisión de mi vida…
Una semana después, ya más tranquilos, estábamos en plena fiesta, mucha gente vino a felicitarnos, los dos éramos muy felices, y nuestros padres haciendo todo lo que pudieron para no estar cerca, la prensa no sabía nada sobre la guerra entre ellos, tenían que venir, pero a pesar de eso nunca me podía imaginar que mi propio padre iba a convertir ese día en el peor de mi vida… Más o menos en la mitad de fiesta, cuando íbamos a bailar, se oyeron disparos. Un asesino pagado por mi padre te disparó. Después me enteré que el objetivo no eras vos, sino tu padre. Llevaba unos segundos totalmente confundida, algunas mujeres gritaban, y entonces te caíste en mis brazos. Te dispararon al pecho, estabas sangrando mucho, la gente estaba llamando la emergencia, pero ya era demasiado tarde, solo me miraste, susurraste ‘‘Mía, te amo’’, y cerraste los ojos. Recuerdo gritar con toda mi voz, pero era demasiado tarde. Lo único que me conforma es hecho de saber que vos estás en algún mejor sitio, lejos de todo ese dolor que yo guardo en mi alma. Descansa en paz, mi amor…
Ned Sep 23, 2007 10:53 pm
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